La tercera entrega de
Dreamworks sobre las aventuras de Po y su transición en el aprendizaje del kung-fu,
nos deja muchas lecciones, sin importar si eres alguien experimentado(a) o un(a)
principiante.
Po, a pesar de ser un Panda y
no cumplir con el estereotipo de peleador de kung-fu, logra superar cualquier
expectativa y convertirse en el Guerrero Dragón, posteriormente supera retos y
logra avanzar hacia el autodescubrimiento y finalmente, se convierte en Maestro.
Recuerda que el camino hacia
el éxito se forja día a día, de todas las personas y las experiencias se
aprende y que la fuerza para crecer se encuentra en nuestro interior. Éste es
parte del camino que se debe recorrer si se quiere llegar a ser un verdadero
líder según nos muestra el Panda Po.
1.- No hay Maestro que no aprenda, ni alumno que no enseñe: Cada
día se aprende algo nuevo, el mundo constantemente avanza, se crean nuevas
necesidades y herramientas para superar retos. El conocimiento puede venir de
un colega, un colaborador o de un operario. No importa si eres un maestro
experimentado o un guerrero famoso, jamás se debe menospreciar a las personas
por tener menos preparación o asumir que se sabe todo por tener un posgrado.
2.- Hasta el elemento más simple de un equipo, es fundamental: Un
equipo de futbol tiene 11 jugadores y todos son importantes, la eliminación de
alguno puede inclinar la ventaja del partido al otro equipo.
Pues igual en una empresa,
todos los elementos son importantes, desde el personal de intendencia,
contadores, ingenieros, administradores, hasta ejecutivos. Así que se debería
pensar dos veces antes de eliminar un departamento por falta de presupuesto;
por ejemplo los de comunicación, relaciones públicas o marketing que son los
primeros en desaparecer. ¿Quién comunicará de manera efectiva los logros de la
empresa?.
4.- Los excesos siempre son malos. (Ya sea de poder o de pereza): Súper
comprobado a nivel histórico, si se posee demasiado poder, se puede perder el
piso y olvidar que hay responsabilidades, de todas las personas que dependen de
uno(a) y cerrar nuestra mente a nuevas ideas. O bien el otro extremo, si se
duerme en los laureles, definitivamente este mundo cambiante nos arrollará.
En la película, Kai, a pesar
de haber sido un Maestro del Kung-fu quiso usar el poder para sus propios
intereses y acabó mal. Y si los pandas hubiesen seguido viviendo en la fantasía
y conformismo de ser pandas, se hubieran extinguido.
5.- El líder o maestro no crea personas iguales a él, sino que las
ayuda a ser mejores: Es un error muy común es pensar: "para que todo se haga bien, se deben hacer
las cosas igual que el líder". Pero no hay nada más equivocado, ya que
la diversidad de un equipo hace más fácil el cumplir los objetivos, no hay
nadie perfecto y que sepa hacer de todo.
Po, logra captar esta idea a
la perfección y aprovecha cada uno de los talentos de los Pandas, hasta el más
sencillo como el panda abrazador; los integró y enfocó en el logro de una meta.
7.- Si no lo intentas, ¿cómo sabes que no sucederá?: A pesar de que
todo parecía perdido y Po no regresaría al mundo real, el Maestro Oogway le
dice "Si no lo intentas, ¿cómo sabes
que no sucederá?". En tiempos de crisis, muchas veces la idea más
alocada, más creativa o que se aleja de lo que siempre se hace; puede ser la
que dé resultado.
Es importante, siempre, tener
una mente abierta para encontrar soluciones y obtener resultados positivos, ya
que el mundo, la información, la gente, la manera de comprar, de consumir, está
evolucionando y si quieres clientes diferentes, deberás probar estrategias
diferentes, ¿cómo sabes que no funcionará?.
8.- El chi o energía se encuentra en el equilibrio de ser quienes
realmente somos: Un verdadero líder trabajará junto a su equipo para el
logro de metas, reconoce a sus integrantes como individuos talentosos, confía
en ellos y no se siente opacado o amenazado, porque sabe lo que él es, recuerda
el esfuerzo que realizó para llegar a dónde está y apoya a sus compañeros para
crecer, pues el crecimiento de los colaboradores, es el crecimiento de la
empresa.
Un líder real, no vive de la
fama, ni del reconocimiento público, no envidia a la competencia; pues se encuentra
ocupado aprendiendo, trabajando y creando, junto con su equipo ideas para un
mejor mañana.
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