En algún momento de la vida
nos tocará hablar en público, ya sea en una exposición de la universidad, en
una presentación del trabajo, en el brindis de nuestra boda o en algún festejo
familiar. Nadie se salva y a veces el destino parece dirigirse a esas personas
que son súper tímidas o que odian la atención de los reflectores.
En lugar de ver esta situación
como una maldición o como si la ley de murphy
fuera aplicada sobre tí con todo su peso, velo como una oportunidad, un reto a
superar y ser un mejor tú. No te daremos un discurso motivador, ni te diremos
que después de leer este artículo serás todo un orador; pero sí te diremos que
él poder hablar en público o hacer una presentación ante tus compañeros de
trabajo, (aunque sea una vez en tu vida) es una cualidad que te ayudará a subir
en tu carrera, conseguir ese puesto que quieres y por qué no? quedar bien en
las reuniones familiares de vez en cuando.
Lo primero, es lo primero; ¿Por
qué te da miedo hablar en público?. Piensa y haz una lista de tus temores.
Escribir nuestros miedos, los hace ver menos intensos de lo que realmente son. Ahora,
imagínate que debes hacer para vencer esos miedos y no sufrirlos.
Lo que acabas de hacer es una especie
de mini FODA, que es un análisis que se hace en mercadotecnia para conocer las
debilidades (y fortalezas) de un producto, servicio o empresa y saber que retos
se deben superar.
Segundo, hablar en público no es tan malo y saber que puede ser una
herramienta para alcanzar tus sueños, puede ser un motivador para que te animes
a hacerlo.
Tercero, la planeación lo es todo. No creas que los grandes
oradores no trabajan los temas sobre los que hablan. ¡Claro!, toman un tiempo
para conocer y aprender sobre el tema que tratarán, así poder dominarlo y
sentirse más seguros. Lo que puedes hacer, para practicar, es elegir un tema
que adores: tu perro, las hamburguesas, la cerveza, los videojuegos, las
películas románticas, etc. Así, te será más fácil hablar sobre ello y te
sentirás más seguro. Después deberás ir cambiando de tema, hasta llegar a algo
que casi no conozcas, pero que hayas investigado previamente.
Práctica + práctica y, ¿adivina qué? ¡Más práctica! Si debes hacer
una presentación ante tu jefe o tienes cerca un festejo familiar, prepara tu
discurso y practícalo; frente al espejo, frente a tu novia(o), amigos o
compañeros de trabajo. Muéstrate abierto a las críticas, pues te pueden señalar
puntos a mejorar y que tu presentación salga excelente.
¿Cómo hacer un discurso? Bueno, hay diversas técnicas para ésto;
pero la más sencilla es tener una introducción, desarrollo del tema y
conclusión. Te servirá ver lo que se ha hecho antes y tomarlo como guía, en el
caso de tu trabajo. Pero siempre recomendamos seguir la regla KISS, Keep It Short and Simple, Sé corto y
simple. No abuses del tiempo, ya que perderás la atención de tu público; en
cambio, presentar un tema de manera sencilla te facilitará atrapar su atención
y que recuerden lo que dijiste.
Cuida tu imagen. No necesitas usar un traje Armani para impactar.
Solamente vístete de manera adecuada, con traje o camisa y pantalón de vestir
si se trata del trabajo o bien casual si es una reunión familiar. Puedes preguntar
al organizador del evento sobre el dress
code para no fallar.
Te recomendamos seguir los consejos
de Style4Life para lucir elegante:
Lenguaje No Verbal: Deberás aprender los conceptos de Lenguaje
Proxémico y Kinésico, que no es otra cosa que la manera en que manejas el
espacio en un escenario y el público y la manera en cómo mueves tu cuerpo para
hacer énfasis en lo que expresas con palabras.
Recuerda que tus movimientos y
postura también expresan algo, así que evita mover las manos por encima de tu
cabeza o moverlas mucho, robarás atención de tus palabras; también evita cruzar
los brazos, ya que pondrás una barrera en tú y tus espectadores. ¡Relájate!
Te recomendamos leer:
Lo más importante: Confianza. Recuerda que todos nos equivocamos y
nadie espera que seas perfecto. Equivocarse está bien y te hace ver más humano
y natural; cualidades apreciadas por todo público. Antes de iniciar a hablar,
inhala-exhala y diviértete.
Los nervios y la inseguridad
nos hacen ver las cosas de una manera más exagerada de lo que realmente son;
así que, aplícalo a la inversa; visualízate hablando bien, impactando a tu
público, recibiendo felicitaciones de tu jefe, tu familia, tus compañeros y así
te llenarás de confianza y pensamientos positivos.
Cada experiencia es un
aprendizaje, así que en lugar se pensar en lo malo, piensa en lo bueno y de que
HOY diste un paso que jamás pensaste que darías y eres más atrevido que AYER.
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